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Si estás pensando en dar un salto cualitativo en tu formación, seguro que una de las ideas que ha asaltado tu mente es la de estudiar un Grado Superior de Formación Profesional. Este tipo de grados son perfectos si lo que quieres es una formación teórica y práctica de calidad, orientada a poder desempeñar un trabajo en buenas condiciones.
Pero claro, ¿Qué ocurre cuando no reúnes los requisitos académicos necesarios para cursar un grado superior? Pues bueno, por suerte para ti, si no tienes bachillerato o un grado medio (o cualquiera de los otros requisitos) siempre te queda una última opción: superar una prueba de acceso.
Toda prueba de acceso requiere demostrar unos conocimientos que acrediten que cuentas con el nivel necesario para afrontar los estudios. Pero entonces, ¿es difícil la prueba de acceso a grado superior? A continuación, te contamos los detalles sobre este examen y te daremos algunos consejos para que lo hagas lo mejor posible. ¡Vamos allá!
Lo primero que debes saber de la prueba de acceso a grado superior es que está concebida para comprobar que tienes un nivel similar a la titulación que se te exige por el método de acceso habitual. Esto quiere decir que los contenidos de las asignaturas a preparar tienen un nivel equivalente a 2º de Bachillerato.
Sin embargo, la realidad es que estos exámenes son bastante asequibles en cuanto a dificultad. No es tan sencillo obtener una gran nota pero, si te preparas un poco, no te debería costar mucho aprobarlos.
Sin ir más lejos, el examen de acceso a la universidad (EvAU o EBAU) es bastante más exigente en cuanto a nivel de dificultad y criterios para aprobarlo. No en vano, los estudiantes de 2º de Bachillerato dedican prácticamente todo el curso a preparar este examen.
Las pruebas de acceso a grado superior cuentan con porcentaje de aprobados del 43 %. Este es significativamente menor que el de personas que aprueban la prueba de acceso a la universidad pero claro, en bachillerato cuentas con profesores que te estarán preparando durante un año entero, cosa que no tendrás si accedes por tu cuenta.
Una planificación eficaz es esencial para preparar con éxito la Prueba de Acceso a Grado Superior. Determina al principio cuánto tiempo te queda hasta el examen y, a continuación, divide tu tiempo de estudio de forma equilibrada. En este punto, establecer una rutina de estudio puede ser muy beneficioso.
Prioriza los temas más difíciles, establece objetivos alcanzables para cada sesión y asegúrate de hacer pausas para evitar la fatiga. Es fundamental modificar tu plan en función de tus avances. Estar bien organizado no sólo te ayuda a estudiar con más eficacia, sino que también disminuye la preocupación, lo que aumentará tu confianza cuando hagas el examen.
Comprender la estructura de la prueba de acceso a ciclos formativos de grado superior es también crucial. Te recomendamos que te familiarices con las distintas partes de la prueba, los tipos de preguntas más habituales y los temas que abarcan estas preguntas.
Así, podrás modificar tu estrategia de estudio para abordar especialmente el formato de la prueba y determinar qué secciones del temario son más cruciales habiendo estudiado previamente para los exámenes a los que te presentarás.
Comprender los criterios de evaluación y la importancia de cada parte del examen es igualmente determinante. Si quieres sacar la mayor nota posible, debes priorizar tu estudio y concentrarte en los temas clave, siendo consciente de cómo se evalúa el examen.
Practicar con los exámenes de años anteriores es una de las mejores maneras de prepararte para la prueba. Con la ayuda de esta estrategia, podrás familiarizarte con la estructura de la prueba, los tipos de preguntas y el material de evaluación típico.
Los exámenes de años anteriores se pueden resolver para evaluar los conocimientos, mejorar la capacidad de gestión del tiempo y disminuir la ansiedad el día del examen, ya que todo te resultará conocido y familiar.
Por supuesto, todos estos recursos están en internet. Asegúrate de investigar a fondo la red para dar con todos los materiales, así como apuntes resumidos (aunque lo mejor es siempre hacerte tus propios apuntes) o divertidos quiz para evaluar lo que sabes.
Una de las dificultades más comunes que enfrentan los estudiantes que se preparan para el acceso a un ciclo superior es la de preparar un examen sin un contexto estudiantil que les guíe día a día. Por ello es tan importante seguir estrategias y, si se necesita, contar con academias o profesores particulares.
Por supuesto, el estrés y la ansiedad pueden aparecer cuando te enfrentas a un reto estudiantil. La sensación de tener que pasar varias horas delante de los apuntes sin saber al 100 % si lograrás acceder al ciclo puede extenuar a nivel físico y mental.
Por ello, te recomendamos que te lo tomes con calma, realices los descansos necesarios y cuentes con estrategias o recursos para evadirte cuando no estés estudiando. Si lo necesitas, siempre puedes recurrir a ayuda profesional.
Uno de los errores más comunes es el de no planificar tus sesiones de estudio. Prácticamente nadie es capaz de comprender y memorizar de manera óptima los conocimientos de un día para otro, por lo que evita los comunes “atracones” de estudio.
Tampoco deberías subestimar el descanso. Descansar el día antes del examen es clave para rendir con éxito en este tipo de pruebas. Duerme bien y mejorarás tu memoria, concentración y la capacidad de razonamiento.
Una vez que hayas aprobado la prueba de acceso llegará el momento de elegir qué rama de estudios te gusta más y solicitar plaza en el centro que más te guste. Así, empezarás a construir tu futuro y en poco tiempo podrás acceder a un puesto de trabajo con buena demanda y una interesante remuneración.
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